-marcharse a medio beso en la puerta de Razzmatazz porque las amigas no esperan para coger el metro.
-tener los sobacos más negros que los cojones de un burro.
- que el tío entre demasiado directo y no saber reaccionar :
- ¿puedo comerte la boca?- uuuhhh.. no
claro, el tio se larga y ella piensa: "¡mierda, tendria que haber dicho sí!"
-pensar cuando te está tirando la caña, que si, que te enrollarás con él, pero que ahora te lo estás pasando bien con tus colegas y que ya lo buscarás al final de la noche. Luego no está.
- está bueno, me gusta, per hoy no tengo el día... me enrollaré con él otro dia.
Caso real de porque sí te enrollas con tío:
- un chico le tira la caña a una chica. A la chica le gusta pero él tiene unas rastas muy muy guarras (y muy largas). Ella piensa "me gusta, pero seguro que es un cerdo y no se lava". Ella, indecisa, accede a ir a su casa. Una vez allí ve que la casa está muy limpia y además tiene hasta cortinas. Definitivamente, sí se enrolla con él. Es un rasta con pasta.
- la más típica: se acaba la fiesta, la gente se va marchando y ella tiene ganas de continuar de marcha. Se acerca el tío que se le insinuó al principio de la noche y que ella descartó al momento. Ahora es diferente, no quiere ir a dormir y no está sobria. Definitivamente, sí.
Seguro que los chicos también tienen sus criterios aleatorios, pero claro, yo no los sé. Y me gustaría.
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